Despertando por la madrugada con la playera pegada al cuerpo debido al sudor frió que recorre mi piel, me senté al borde del abismo donde antes fuese su lugar, aun que no creo en dios comerse a rezar en un lenguaje extraño, hace un año que no sentía este hueco en el estomago, mire a la ventana y allí estaba ella, vestida de blanco con el cabello recogido y mechas color fuego, las cuencas de sus ojos estaban vacías y me decía hola, con aquella misma vos sutil que endulzaba mis días, se veía fuerte, orgullosa y erguida, aunque por dentro su alma estaba perdida, atravesó la ventana y con un beso se apodero de mi, mi espíritu quedo ileso pese a que su recuerdo destrozo mi corazón herido, noche maldita, por que me atormentas, pensé, al girar y mirar así la pared me percate que el día había llegado por fin, que solo había soñado el fin de mis días, soñé con mi fiel amante abandonada, la muerte, es mi amada... ClMc
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